El gas cianhídrico se había formado en las cloacas tras combinarse ácido sulfúrico y sales de cianuro que habían sido desechadas por distintos vecinos de la zona en el sistema cloacal. Las sustancias quedaron atascadas en la alcantarilla y el gas letal formado por la mezcla de ambas sustancias peligrosas, vertidas irresponsablemente, escapó por una rejilla de la casa de la familia Guim. Mató a 7 de sus integrantes en pocas horas.
Cerca del mediodía, Manuel Guim (79), y su esposa, María Ángela (80) se descompusieron por lo que llamaron a su hijo, Horacio (43) quien acudió rápidamente junto a su esposa, Rosa Scala de la misma edad y un Servicio de Emergencias Médicas. Cuando llegaron a la casa –todos, familiares y médicos- empezaron a sentir el impacto del gas. También fallecieron la doctora Bibiana Otero de Turcutto, el chofer-camillero Roberto Voytezko y el enfermero Orlando Cáceres.
Los familiares de las victimas iniciaron acciones judiciales pero nunca se conocieron los responsables.
Tres años después, el Senado de la Nación Argentina y la Cámara de Diputados promulgó la ley de declaración del Día Nacional de la Conciencia Ambiental. La norma expresa además que todos los años en dicha fecha, se recordarán en los establecimientos educativos, primarios y secundarios, los derechos y deberes relacionados con el ambiente mencionado en la Constitución Nacional y que las autoridades públicas que correspondan adoptarán las medidas pertinentes destinadas al permanente recordatorio de las víctimas fatales.
Conciencia Ambiental implica conocer qué es el ambiente, diferenciar uno sano de uno nocivo, establecer las prácticas se deben fomentar y cuáles desestimar para favorecer la buena calidad ambiental, desde cualquier lugar de acción, ya sea individual, la escuela, el hogar, los espacios públicos, las fábricas y los servicios.